Antonio Flores Algovia / Antonio Neira de Mosquera / José Rúa Figueroa / Mariano MARTÍN RODRÍGUEZ / OTROS Y
Centrar la atención sobre la ciudad capital de aquel Estado en ciernes permite observar la paradójica coexistencia en un mismo espacio de un mundo nuevo que no acababa de nacer y un mundo antiguo que se resistía a desaparecer. Esto no es un simple juego de palabras, como no lo eran tampoco los escritos de ficción de los intelectuales isabelinos, que plasmaban sus desgarradoras inquietudes e incertidumbres en una mezcla única de lenguajes, temas y géneros en transición. La obra que el lector tiene entre sus manos reúne varios escritos procedentes de aquella España, con desigual extensión y características, pero todos ellos llenos de sabor de época y enormemente atractivos para quienes intentamos entender cómo era la vida y cómo la veían nuestros antepasados del siglo XIX. Hay en estas páginas multitud de anécdotas bien escritas, surgidas de la inspiración y la profesionalidad; hay mucha sátira que apela a la complicidad inteligente del público en la crítica de las costumbres sociales y de los vicios de una clase política y una burocracia estatal que, por muy incipientes que fueran aún, ya apuntaban maneras; hay momentos de imaginación desbordante que uno no puede sino saludar con una sonrisa, como la que concibe ese «árbol de la publicidad» situado –¿dónde si no?– en plena Puerta del Sol, pero ideado por un empresario catalán. El tiempo que se dedique a su lectura será, pues, tiempo bien empleado, aunque solo fuera por entretenimiento. Pero, obviamente, hay en este libro mucho más que entretenimiento... (Del prólogo de Juan Pro, catedrático de Hª Contemporánea. Univ. Autónoma de Madrid) 4